La gira latinoamericana del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se enmarca en condiciones propicias para el lanzamiento de una nueva era de cooperación económica y comercial entre ese país y la región.
La participación de EE.UU. en el comercio exterior regional se ha reducido en la última década; en relación con las exportaciones, descendió desde un 59,7 % el año 2000 a un 40,1 % en 2009, mientras que en materia de importaciones disminuyó desde un 49,3 % a un 31,2 % en el mismo período.
No obstante, y pese al aumento de la participación de China y otras economías emergentes en el comercio exterior latinoamericano, EE.UU. sigue siendo el principal socio comercial y las exportaciones de la región a ese país son más diversificadas que aquellas destinadas a la Unión Europea y Asia.
Mientras que en 2008-2009 los países de la región exportaron en promedio 1.197 productos a EE.UU., sólo destinaron 878 a los 27 países de la Unión Europea, 511 a Asia, y 202 a China.
Asimismo, EE.UU. continúa siendo el principal inversionista en Latinoamérica, representando un 34,7 % de los flujos acumulados de inversión extranjera directa llegada a la región entre 1999 y 2009.
La región espera de Estados Unidos propuestas para un diálogo estratégico y nuevas iniciativas en el campo del comercio y la inversión, para fortalecer la cooperación mutua. pese al dinamismo económico exhibido por América Latina y el Caribe desde la década pasada, Estados Unidos ha carecido de una estrategia comercial comprensiva hacia la región en los últimos años. Un ejemplo de esto, es que los tratados de libre comercio (TLC) suscritos con Colombia y Panamá en 2006 y 2007 respectivamente, aún no son presentados al Congreso norteamericano para su aprobación.
Además, los programas de preferencias arancelarias que benefician a los países andinos y a otros de la región se encuentran actualmente interrumpidos.
En este contexto, la región ha estado estrechando los lazos comerciales con la Unión Europea y el Asia Pacífico mediante la negociación de acuerdos comerciales y de asociación, entre otras vías.
Una nueva relación de cooperación debiera incluir, entre otros puntos, la pronta aprobación de los TLC pendientes y la reanudación de las preferencias arancelarias.